domingo, 27 de mayo de 2012

UN LUGAR PARA REGRESAR- CAPITULO 40


bueno estoy de regreso otra vez esta semana espero que este capitulo les guste n-n
Por más que kain y yuki le preguntaban a Alice que había ocurrido no habían obtenido nada, ella solo contestaba:
-eh encontrado lo que había estado buscando, aun no sé lo que significa, pero sé que es lo que buscaba.
Ellos solo se alegraban de que ella estuviera a salvo, aunque era un caso en extremo particular, pues jamás se había sabido de alguien que hubiera ido al desierto el día de un eclipse y hubiera regresado con vida. Aunque, Alice no recordaba haber visto un eclipse, en realidad sus recuerdos de todo el día eran en particular borrosos.
-       Desearía decirles que es lo que paso, pero me temo que ni yo misma lo sé- les dijo ella preocupada a kain y a yuki
-       Por hoy regresemos a la mansión, Alice sama, el eclipse paso, pero los espíritus son aun demasiado peligrosos.- dijo yuki
-       Es buena idea yuki, mañana debo ver a d’ravn una vez más- contesto ella con un tono de tristeza en su voz
Para cuando regresaron a león ya empezaba a caer la noche y una vez más las estrellas se veían en el cielo de rojizo color en el horizonte. Pero justo cuando llegaron a la puerta de la mansión, kain tomo a Alice por la muleca y salió a correr.
-       no preguntes nada Alice- dijo él mientras le sonreía- sígueme, será divertido.
-       Divertido?- dijo ella confundida.
Cuando llegaron a la plaza principal del pueblo kain se detuvo.
-       Creo que necesitas divertirte un poco
Cuando Alice levanto su mirada vio que la plaza central estaba decorada con faroles que colgaban del techo, de las casas, y que la fuente que estaba en el centro brillaba con diversos colores, y cuando levanto su cabeza, vio pétalos de flores, guiados por el viento que revoloteaban por el cielo.
-       que es esto kain? -Dijo ella confundida
-       muy simple mi querida Alice, esto es un festival- dijo el triunfante
-       festival? Creo haber leído algo al respecto, pero no me imaginaba que se viera como esto.
-       Me imagine que ese aburrido ratón de biblioteca no te dejaría venir, pero necesitas divertirte de vez en cuando Alice, si no envejecerás muy rápido.- dijo kain sonriéndole.
-       No entiendo porque tú y yuki no se pueden llevar bien- dijo Alice algo triste
-       Ni te lo imaginas?- dijo kain con una sonrisa- bueno, espero que algún día lo notes por ti misma. Pero mira ya está empezando
En ese momento desde los extremos de la plaza central se escuchaban tambores, cuando Alice volteo su cabeza vio que habían dos tambores opuestos el uno al otro en los techos de las dos casas más altas del pueblo, y cada tambor era tocado con sincronía perfecta, y entonces, empezaron a escucharse flautas que se acercaban por las cayes, era una pequeña tropa de flautistas que caminaba por las cuatro esquinas de la plaza.
Para cuando esto sucedió, la plaza ya estaba llena de gente, y Alice y aún estaban de pie en el borde de la fuente observando todo.
Alice estaba fascinada al ver todo aquello, la coordinación era perfecta.
Entonces cuando la tropa de flautistas estuvo organizada en un círculo alrededor de la fuente, empezaron a dar vueltas alrededor de esta.
Hasta entonces todos los que observaban estaban en silencio, pero de repente, como si un hechizo se rompiera todos los de pueblo comenzaron a bailar junto a los flautistas.
Parecían muy alegres, y reían mientras bailaban, Alice y kain estaban tan entretenidos observando que no notaron que eran los únicos que quedaban de pie en el borde de la fuente.
-       Ven a bailar – le dijo a Alice una pequeña niña que tiro ligeramente de su pantalón para llamar su atención- es divertido.
Alice le sonrió a la niña y de un salto se unió al enorme círculo que abarcaba toda la plaza. Kain se le unió de inmediato y empezaron a bailar.
Eran pazos sencillos así que tras unos pequeños fallos, tomaron rápidamente el ritmo.
La danza se hacía cada vez más rápida, y el cielo se llenaba cada vez más de pétalos de flores, pero entonces, cuando el baile era tan rápido que apenas y podía ser seguido. Se detuvo.
Los tambores callaron y las flautas cayeron al suelo.
En el centro de la plaza se vio entonces a una anciana, que tocaba con maestría un instrumento cuyos lamentos era dulce y melancólico a la vez. De largo cuello el instrumento, era tocado por un arco también muy largo, y entonces la anciana empezó a cantar con una voz fuerte para su edad, pero que mostraba los años que ella misma sostenía.
“ ah, la diosa de la luna, nuestra diosa de la luna”  decía la canción  “ una diosa bella, una diosa sabia, deseaba hace mucho tiempo un cuerpo humano, enamorada estaba de un mortal, pero el dios del sol no la dejaría huir, el dios del sol amaba a la diosa de la luna, la diosa de la luna la diosa de la luna, como soñaba con caminar entre los humanos, un día la diosa de la luna escapo, un día la diosa de la luna robo el cuerpo de una mujer preciada para su amado humanos, pero pobre diosa de la luna, pobre diosa de la luna, cuan frágiles  somos los humanos cuan frágiles, el cuerpo de la humana, no resistió su poder, su amado humano lloro, diosa de la luna otro cuerpo tomo, pero este tampoco resistió, y cada cuerpo humano así cayo, hasta que el amado humano solo quedo, la diosa de la luna lloraba, la diosa de la luna lloraba, y dios del sol que furioso había descubierto a la diosa de la luna, la castigo, llamo a los espíritus de todos los que su vida habían perdido por la diosa de la luna, o molestos espíritus, que entonces corrieron y la vida del amado hombre de la luna intentaron tomar, pero diosa de la luna, tu elección es extraña, pues entonces, diosa de la luna ese frágil hombre detuvo a cuantos espíritus a su ataque vinieron, con miedo cada espíritu se alejo o diosa de la luna de tu amado, y entonces el hombre dejo por siempre el desierto o diosa de la luna, diosa de la luna ese hombre no te perdonaría jamás, y desde entonces diosa de la luna tu proteges el mundo del desierto, que fue tu castigo dado por el dios del sol, diosa de la luna aun esperas, que ese hombre te de su perdón”
Una vez terminada la canción los flautistas ya no estaban pero los tambores comenzaron a sonar una vez más y las personas se dispersaron, algunos aun bailaban, otros jugaban alrededor de la plaza, los niños vestidos con trajes brillantes jugaban, mientras que muchos se acercaban a una gran cantidad de toldos de colores ubicados alrededor de la plaza.
Entonces Alice que había estado absorta en la historia de la anciana, se dio cuenta de algo, era yuki, el había estado observando todo desde el techo de uno de los edificios desde hacía mucho tiempo. La capa oscura lo camuflaba, pero las doradas medallas delataban su presencia. En cuanto vio que Alice lo observaba desapareció.
-       Debemos regresar kain- dijo ella entonces muy preocupada
-       Que sucede?- contesto el- está por comenzar la parte más divertida del festival
-       Por favor kain, regresemos
-       Si me ves de esa forma tan triste no puedo decirte que no, Alice es un problema el que seas tan linda
-       Alice se sonrojo y regresaron en silencio.
 nos vemos la semana que entra espero que les haya gustado

domingo, 20 de mayo de 2012

UN LUGAR PARA REGRESAR- CAPITULO 39

hola a todos >.< espero me disculpen con tantas cosas que hacer he estado un poco escasa de tiempo para escribir pero es pero q lo disfruten n-n

Yuki y Kain se miraron una vez más y con un rostro que mostraba su preocupación asintieron con la cabeza.
Alice preparo para si travesía una pequeña mochila, y salió hacia el desierto. Paso por la hermosa fuente de los leones que estaba frente a la mansión, y camino una vez más por las calles adoquinadas. Tic tac, sonaba mientras ella caminaba. Y cuando llego a la puerta de la ciudad, dio una mirada nostálgica por encima de su hombro, y suspiro como si pensara en que extrañaría esas calles.
Cruzo las puertas, y aunque hubiera volteado en ese momento, no hubiera podido ver la ciudad, ahora ella no podría cruzar mas esas puertas si su determinación no era lo suficientemente fuerte.
Alice comenzó a caminar por el desierto, camino en línea recta, mientras escalaba las dunas una tras otra. Con la arena blanca impulsada por el viento, que la empujaba hacia adelante.
Yuki le había dado los mismos zapatos que cambiaban el suelo bajo sus pies y la pashmina que cambiaba el cielo sobre su cabeza, pero, ella removía la pashmina cada tanto para saber si su camino era el correcto.
-es útil esta pashmina yuki- murmuro- pero a veses necesito que sea este cielo el que ilumine mi camino.
“yo seré tu guía y te diré cuando hayas llegado” recordó Alice la voz que le prometió su ayuda.
La noche anterior, Alice había tenido un sueño, era un sueño en el que ella era apenas una niña, que jugaba en el jardín del palacio de cliow, y allí estaban también kain, yuki y charles. Todos jugaban a las escondidas y se veían como niños. Alice sentía mucha felicidad. Pero entonces encontraba un poso en medio del laberinto del jardín. Ella se asomaba para ver que había en el interior del pozo, y entonces, caía. Sentía la desesperación más grande, mientras iba perdiendo la capacidad de respirar. Pero entonces, una hermosa mujer de vestido blanco, y cabellos negros la salvaba del interior del pozo. Su rostro reflejaba amabilidad, y sus ojos azules calmaron el terror de Alice. La mujer se elevaba por encima del jardín y poco a poco por encima del castillo, hasta que subían a una nube, y la mujer, que acunaba a la pequeña Alice en sus brazos, cantaba una canción indescifrable con la más dulce voz que existe. “duerme mi niña, duerme, cuando despiertes búscame en el desierto, yo seré tu guía, yo cuidare de ti y te diré cuando hayas llegado, el cielo sobre tu cabeza te indicara la dirección, y la arena , tan blanca como mis cabellos, danzara para preceder tu llegada a mí, camina hacia mi dulce niña, yo te espero en el desierto”. Esas palabras resonaban en la cabeza de Alice cuando despertó, y sin dudarlo dos veces supo que debía ir al desierto.
A medida que Alice caminaba sentía una fuerza que la empujaba cada vez con más fuerza en cierta dirección. De repente vio como el cielo empezaba a oscurecerse.
-es tan tarde ya?- se pregunto Alice inquieta
A medida que todo se oscurecía, le parecía ver como si la arena se transformara en pequeños seres, que danzaban en frente de ella. Estos seres no tenían rostro, solo forma humana , como si fuese pequeños muñecos de papel que alguna magia hubiera dado la habilidad de moverse.
La línea de estos seres se extendía, algunos pasos más, y luego se detenía abruptamente.
-       Allí es- murmuro Alice
La danza de estos seres parecía un ritual, mientras estos daban vueltas en el aire, y saltaban, parecía sonar muy al fondo, una flauta de un encantador, y los tambores que indicaban los compas. La música se había mas fuerte a medida que Alice se aproximaba a el sitio donde la línea se detenía de forma abrupta.
Cuando Alice llego a ese punto, no lo podía creer, no había nada.
El cielo ya estaba totalmente oscuro, y todo lo que Alice veía eran a esos seres que bailaban a su alrededor.
-mi niña, has venido- dijo la misma voz de su sueño- permíteme llevarte a mi reino, mi pequeña, deja que la arena de abrace como un amante celoso, y permítele traerte a mí.
Alice simplemente cerró sus ojos mientras la arena la envolvía.
Mientras tanto en león, yuki y kain ya no estaba en la misión. Horas atrás kain había entrado en la biblioteca donde yuki intentaba leer pese a su impaciencia.
-       Hay un problema- dijo kain preocupado
-       Que sucede?- contesto yuki levantándose de inmediato de la silla en la que se encontraba.
-       El desierto, los espíritus del desierto claman que hoy habrá un eclipse, justo sobre el desierto.
-       Pero, en los eclipses los espíritus se vuelven incontrolables- dijo yuki entrando en pánico- robaran cualquier cuerpo humano que este en el desierto, Alice sama no podrá controlar ese poder.
-       Así es, debemos ir a buscarla de inmediato.
De algún modo el pánico de  yuki, parecía mayor, pues aunque hubiese sucedido cuando él era apenas un niño, aun recordaba esa escena, los cuerpos de sus padres, ensangrentados y caídos a su lado, mientras el lloraba en busca de auxilio. Era una imagen vaga en su cabeza, pero estaba allí, y desde entonces el pánico que le producían los espíritus del desierto pese a su habilidad nunca cambiaria.
La dulce voz guiaba a Alice en su sueño en ese momento. “Mi niña duerme, estas en el desierto, yo estoy contigo y te daré mi poder, eres la escogida por mi cuyos cabellos son del color de la arena y a quien los espíritus obsederán. Pero duerme mi niña, aquí nada te hará daño, aquí estoy yo, pero debes, observar antes que ver, para tener el poder que te deseo dar, porque mi dulce niña, este poder solo la sabiduría te dirá como usarlo”
-debo observar antes que ver?- dijo Alice entre sueños
- sí, - contesto la voz con dulzura- cada acción tiene una historia, mi niña cada acción tiene una historia, conocer esa historia, observar esa historia, te dirá el camino que debes seguir pare llegar al futuro que deseas, la historia está presente en todo lo que la antecede, incluso en tus acciones mi niña, pero si no vez la historia de tus acciones, en primer lugar, jamás podrás ver la de los demás.
-como conoceré esa historia?- dijo Alice aun con los ojos cerrados- la veras, si entiendes la humanidad de cada acto, por cruel que parezca, por que el odio y la precipitación, te impiden verla, observa mi niña observa.
Para cuando Alice despertó, estaba en lago, de aguas cristalinas como jamás se habían visto, sus blancos cabellos flotaban en el agua y sus verdes ojos eran lo que más resaltaba en el paisaje.
Alrededor del lago habían flores de hielo que florecían y arboles inmensamente altos que encerraban ese pequeño oasis. Haba mariposas de delicada forma y negro color que revoloteaban alrededor de unas de color blanco. Y todo estaba en silencio.
Mientras Alice observaba este paraíso surrealista, sentía como los espíritus del desierto la observaban desde las sombras, y los pequeños seres hacían un círculo alrededor del lago.
De repente la música empezaba a sonar una vez mas y los seré empezaban a bailar, mientras los espíritus del desierto salían de su escondite. Eran de diversas formas y tamaños, algunos eran tenían forma humana, otros la forma de animales de todo tipo, pero, hubo uno que llamo la atención de Alice, no era una sombra, era la mujer que la había guiado hasta allí.
-mi niña- dijo entonces- no temas, pues ellos han esperado tu venida desde hace mucho tiempo, ellos esperaban a la sacerdotisa que serviría bajo mis órdenes, cuando el tiempo llegase.
Alice estaba de pie en el lago, y observaba todo a su alrededor, pero nada le causaba temor, extendió su mano hacia la hermosa mujer que le dijo.
-tu elección es la correcta mi niña, pero debes recordar, este es tan solo tu primer paso, el camino será duro, pero te prestaremos nuestra fuerza cuando lo necesites.
En la mano que Alice había extendido hacia la mujer, ella puso un anillo, con una piedra del color de los ojos de Alice, redonda como la luna y de un color tan puro como el agua del pozo. La piedra era sostenida por unas hermosas ramas con hojas de diamante, tan delicadamente talladas en su pequeño tamaño que ningún humano las hubiera podido tallar.
Alice beso el anillo y se inclino ante la mujer como un caballero es ordenado ante su señora y entonces los espíritus empezaron a bailar una vez más, mientras en el pecho de Alice, se formaba una marca en forma de media luna.
-nuestra confianza esta en ti mi pequeña, yo te cuidare desde lo alto, siempre.
Entonces Alice cerró sus ojos, y todo desapareció.
Alice suspiro una vez más, el cielo estaba claro como en la mañana, y vio a yuki que se aproximaba en su alfombra mágica, y kain que nadaba en la arena . Para cuando ambos la alcanzaron, ella solo les respondió con una sonrisa.

espero les haya gustado n-n 

domingo, 6 de mayo de 2012

UN LUGAR PARA REGRESAR- CAPITULO 38


Vuelvo esta semana con otro capítulo que espero les guste n-n
Alice estaba agotada después de todo así que después de que yuki vendo sus manos, ella no quiso comer y se fue a dormir.
-gracias yuki- dijo con un sonrisa que enmascaraba su tristeza- pero me siento cansada por favor permíteme dormir
-como desee, Alice sama- dijo yuki 
Alice se retiro y yuki salió un momento a contemplar la luna en el techo de la pequeña mansión
-pobre Alice sama- dijo para sí- si tan solo hubiera algo que pudiera hacer
-para empezar podrías decirme que ocurrió hoy- dijo kain saliendo de la sombra- no me parece prudente interrogar a Alice después de lo que vi
Yuki pareció sorprendido pues no había sentido la proximidad de kain, pero después de un suspiro dijo:
-nada salió como lo esperábamos, d'ravn no parece querer que Alice sama gobierne y le puso una prueba imposible.
-d´ravn eh?- dijo kain recostándose sobre una torre del techo- sabes hoy no estuve perdiendo el tiempo, salí a recoger información al pueblo, como este pueblo no es un cuartel de la resistencia no hubo mucho que pudiera saber sobre la situación actual, pero averigüe sobre cómo eran las cosas antes, y más de una vez, el nombre d d´ravn apareció mas de una vez, parece ser que no era cualquier funcionario mediocre en los tiempos del antiguo rey, parece ser que era de los funcionarios más preciados del rey, y el jefe de las tropas ya en aquel tiempo, si viviste en el castillo debes recordarlo.
-de algún modo si- dijo yuki pensando- en el castillo en general me mantenía junto a Alice sama o entrenando, pero creo haberlo visto un par de veces, pero nunca me dio buena impresión.
-pero se dice que el rey anterior era muy sabio- dijo kain con un dejo de tristeza- al menos las pocas veces que mi padre hablo de él que yo pueda recordar, menciono que para ser tan joven era visionario y astuto.
- pero eso no cambia que no esté dispuesto a permitir que Alice sama lidere las tropas- dijo yuki enojándose de repente- deberías haber estado ahí- dijo mientras se movía por el techo- ver como humillaba a Alice sama sin poder hacer nada.
- creo que veo el problema- dijo kain mientras movía la cabeza de lado a lado en señal de desaprobación- aunque sea solo por vos, ella es cuidada demasiado.
-de que hablas- dijo yuki volteándose de repente hacia kain- debo apoyarla, ella es la esperanza de este país.
-así es, y no lo niego, pero así como hay innatas en ella cualidades para gobernar, antes de poder hacerlo ella debe pulir sus habilidades, y es tal vez eso lo que sucedió hoy. Solo con determinación no se gobierna un país, si los defectos que acompañan a sus cualidades no son pulidos ella no podrá gobernar, y creo que eso es lo que d’ravn quiere comprobar, si ella puede hallarlo por su propia cuenta. – después de una pausa kain continuo- no estoy defendiendo a ese general, pero amo a Alice lo suficiente como para entender que si desea cumplir sus sueños debe sufrir algunos golpes.
Las palabras de kain dejaron atónito a yuki quien no se esperaba tal sabiduría de los labios de su rival, entonces suspiro una vez más y dijo:
-tal vez tengáis razón, es duro, porque no hay algo que desee ver más que su sonrisa, pero esperare y creeré en ella.
-aun así no confundas las cosas- dijo kain empezando a caminar mientras se alejaba de yuki- no es como que os acepte como aliado esto es todo por el bien de Alice sama, mañana recomenzara el juego.
Y dicho esto salto del techo y cayó en el patio desde donde camino a su alcoba con la misma orgullosa y prepotente presencia.
Yuki permaneció mirando la luna un rato más
-       Alice sama, yo creo en ti, por favor luna, guíala en su camino, puesto que kain tiene razón, ella debe hacer esto por ella misma, yo no puedo hacer más que observarla por molesto que este.
Al día siguiente el canto de las aves despertó una vez más a Alice, aunque siempre ocurría lo mismo, ella no veía a ninguna al asomarse a su ventana.
Cuando salió a desayunar aun había en su rostro signos de su cansancio pero lo disimulaba con una sonrisa.
Aquel día lucia en lugar del usual vestido banco un pantalón de excursión y su cabello estaba recogido en una coleta.
-       buenos días – dijo sonriente mientras se sentaba a la mesa
-       buenos días- le respondieron a coro yuki y kain que estaban en lados opuestos de la mesa.
-       planea salir de excursión el día de hoy Alice sama?- pregunto yuki algo preocupado
-       así es -respondió animada- iré al desierto a dar un paseo
-       al desierto!- dijo kain levantándose súbitamente- hablas como si fueses a ir tu sola
-       porque lo hare- dijo ella tomando un panecillo de una canasta
-       Alice sama- dijo yuki tembloroso- el desierto es peligroso, es mejor que yo la acompañe
-       no es necesario yuki, lo que busco solo yo sola lo puedo encontrar
-       pero...- comenzó a decir yuki cuando Alice lo interrumpió
-       yuki, entiéndeme, es necesario, ayer me falle a mí misma, y debo saber por qué, solo en la soledad del desierto lo podre saber, aquí el mundo nublara mi vista.