
- por favor volvamos kain – dijo Alice con preocupación
en su rostro
- por qué?- contesto kain confundido- nos
perderemos la parte más divertida
- por favor kain- Alice tenía su rostro
lleno de preocupación en ese momento y kain comprendió que eso era lo que ella
en realidad deseaba
- eso es trampa Alice- dijo el suspirando
mientras acariciaba el rostro de Alice- siendo tan linda en realidad te
aprovechas de eso, se hará como tu deseas regresemos
Caminaron entonces en silencio hacia la mansión,
el pueblo estaba particularmente solitario, pese a que no pasaban de las 7:30. Mientras
se alejaban del ruido del festival, la oscuridad se hacía más profunda, pero
por algún motivo ahora Alice veía con toda claridad en la noche, y mientras las
estrellas iluminaban tenuemente las calles Alice suspiro.
Kain estuvo a punto de decirle algo pero se
detuvo, de algún modo, sintió otra vez la misma soledad de la noche anterior
cuando se dio cuenta de que no podía hacer mucho por ella, y por su dolor.
Una vez llegaron a la mansión kain se
retiro a su cuarto mientras observaba a Alice que caminaba hacia el jardín
“estoy cansado de perder, pero no volveré a
derramar una sola lagrima por este amor, de lo contario no seré digno de ella”
se dijo a si mismo kain mientras caminaba
Cuando estuvo en el jardín, Alice se
apresuro a subir al techo, había visto el resplandor de las medallas doradas
que adornaban el manto de yuki. Subió con agilidad y camino con sigilo hasta
que estuvo junto a él.
-
yuki?-dijo ella con voz algo tímida-
estas….
-
No, no estoy enojado Alice
sama- dijo él con el tono frio que tanto dolor le producía a Alice y que hacía
mucho que no escuchaba.
Ella retrocedió por la sola impresión que
ese tono le causo.
-
Yuki, por favor dime – contesto
ahora ella con desesperación en su voz- que es lo que sucede?, si se trata de
lo que acaba de suceder con kain yo ….
-
No es nada, ya lo he dicho - la
interrumpió el alzando su voz
Alice retrocedió una vez más, estaba
petrificada, la voz de yuki era en general muy dulce cuando hablaba con ella ,
pero en esta ocasión, su voz se había alzado con tal fuerza y determinación que
había sentido miedo, pero más que eso, dolor.
-
Oh, ya veo, no es nada en
realidad – consiguió trabajosamente articular esta frase mientras mantenía una sonrisa
forzada – lamento haberte molestado
Entonces dio media vuelta y levanto una
mano a sus labios como para contener los sollozos que estaban deseosos de
escapar, recorrió una vez más el camino para bajar del techo.
-
en realidad deseas conocer el
motivo de mi enojo? – dijo yuki tomándola con fuerza por la muñeca, Alice no había
podido notar ni sisquiera el momento en el que él se había acercado tanto.
En el rostro de Alice había pequeñas lágrimas
como perlas que estaban dispuestas a rodar por sus mejillas en cualquier
momento, y la mano de yuki temblaba mientras sostenía la muñeca de Alice. El lanzo
un hondo suspiro, y luego dijo con más tranquilidad.
-
Alice sama, permíteme tu mano
Ella obedeció mientras acercaba a la mano
de yuki la mano que tenía el anillo.
-
Es este anillo Alice sama – dijo
el conteniendo su ira
-
Este anillo? – dijo ella
mirando la piedra confundida – no recuerdo haberlo puesto en mi mano, de donde
proviene?
Ella hiso un esfuerzo por recordarlo, pero
todo lo que podía ver en su mente era el desierto, con arenas de este levantándose
por el viento, y nublando su vista.
-
En realidad no lo recuerdas Alice
sama, o me equivoco? – dijo él con una voz más dulcificada
Ella simplemente asintió levemente con su
cabeza.
-
Te ordeno que salgas – dijo entonces
el de repente con voz de mando una vez mas mientras cerraba sus ojos – se que
puedes oírme espíritu, sal ahora mismo.
-
Y que si no deseo hacerlo –
dijo de repente Alice, o al menos la forma de Alice, pues su rostro denotaba
una expresión totalmente diferente y sus ojos, habían cambiado a ser un color
azul, tan puro que casi parecían transparentes
-
Lo sabia- dijo el lleno de ira
- te ordeno que abandones el cuerpo de Alice sama
-
Hay, joven e ingenuo – dijo el espíritu
con tono burlón mientras acercaba las manos de Alice al rostro de yuki – actúas como si yo no supiera que no eres
capaz de hacerle daño alguno a este cuerpo.
El permaneció en pie y firme mientras
cerraba sus puños lleno de ira
-
Eres realmente adorable cuando
te enojas, pero no te preocupes, después de todo, esta humana parece tener un
cuerpo mas resistente que el que tenía hace 200 años.
-
Que deseas – dijo él con
firmeza – lo mismo que hace un par de siglos, solo deseo a mi lindo mortal., de
que te quejas? Fuiste tú quien me invoco no?
además, de esta forma es mejor, así será más fácil conseguir la victoria.
-
Cállate, no recuerdo haber
invocado a ningún maldito espíritu del desierto – grito el – no te atrevas siquiera a pensar
en tales cosas, ese es el cuerpo de Alice sama, y ella merece usarlo como le
plazca, además esta batalla es de ella y de nadie más.
-
Por ahora sería mejor si dejo
que le expliques a esta pequeña niña no?
Y dichas estas palabras, Alice se desmayo,
yuki apenas y pudo sostenerla. La princesa había recuperado su cuerpo, al menos
por ahora.
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