domingo, 30 de septiembre de 2012

UN LUGAR PARA REGURESAR - CAPITULO 53


       Alice salió al patio lista una vez más para pelear, había aprendido, no se confiaría otra vez por un triunfo. Desde la última prueba en el castillo de fénix había decidido viajar siempre con su espada. Mientras se preparaba para salir noto que en la mansión no había nadie más, los objetos se movían por si solos como de costumbre y ese espectáculo que inicialmente se le había hecho tan extraño le resultaba muy rutinario ahora. Kain no estaba en ninguna parte y viéndose tan sola en aquella enorme casa recordó una vez más que yuki se había ido.
Alice salió al patio lista una vez más para pelear, había aprendido, no se confiaría otra vez por un triunfo. Desde la última prueba en el castillo de fénix había decidido viajar siempre con su espada. Mientras se preparaba para salir noto que en la mansión no había nadie más, los objetos se movían por si solos como de costumbre y ese espectáculo que inicialmente se le había hecho tan extraño le resultaba muy rutinario ahora. Kain no estaba en ninguna parte y viéndose tan sola en aquella enorme casa recordó una vez más que yuki se había ido.Mientras sus pensamientos divagaban en varias ideas a caminar hacia la puerta que la conectaba con los otros castillos noto algo curioso. Frente a esta había una carta de color blanco flotando. Ella instintivamente camino hacia ella para tomarla, cuando la leyó vio que decía esto:
“querida princesa, ha habido un pequeño cambio de planes, lamento haber leído esta carta que llego esta madrugada pero considere que debía ser un asunto urgente, la anexo aquí mismo, la esperare en la plaza del obelisco que sigue el curso del sol.
Su fiel amigo y servidor. Kain”
-       Qué extraño – pensó ella mientras tomaba la otra careta que en efecto estaba junto a la primera en un sobre con un sobre roto.
“princesa” – decía la carta – “aunque sé que esto es particularmente intempestivo lo ha sido así mismo la decisión que me lleva a escribirle esta carta, el primer día de entrenamiento debe verse interrumpido debido a una junta con el consejo de los cuatro generales. Estos al conocer su éxito en mis pruebas desean llevar a cabo una junta con usted para decidir qué hacer a partir de ahora. Esta se llevara a cabo hoy mismo a las 3:00. Debe ser puntual.
Hasta entonces. D’ravn.”
Al final de la segunda carta había un sello con un escudo de armas que tenía un cuervo sentado sobre dos lanzas cruzadas y rodeado por una corona de laureles. Este particular símbolo capturo la atención de Alice, era como si le recordara algo del pasado.
Mientras sus ojos se perdían en aquella contemplación el tono de un reloj que marcaba las ocho sacaba a la princesa de estas y le recordaba que había alguien esperándola.
Ella salió corriendo rumbo a la plaza del obelisco justo después de guardar las cartas.
Allí Kain la esperaba sentado en una mesa de un café.
-       Buenos días princesa – decía él con una sonrisa – espero que todo ese cambio de planes no sea demasiado intempestivo pero no tuve más opción.
-       No es problema kain – contestaba ella mientras se sentaba – en realidad me alegra, finalmente podre hablar con la junta y ahora que he pasado las pruebas creo que me tomaran más en cuenta.
-       En realidad – decía kain con algo de desconfianza en su voz – deseo hablar contigo de un tema algo diferente
-       De que hablas kain?
-       Hakushaku ya sabe que estas aquí.
lamento la corta entrada mucho trabajo T-T

domingo, 16 de septiembre de 2012

UN LUGAR PARA REGRESAR - CAPITULO 52

hola a todos me alegra estar de vuelta una vez mas n.n

Kain nadaba por el jardín del castillo del desierto mientras el sol que se filtraba por la arena iluminaba todo de forma tenue pero deslumbrante. Era un pequeño y alegre niño de cabellos blancos y ojos negros, su pequeña cola de pez era fuerte y el se movía con soltura por todo aquel paisaje surrealista, cuando una dulce y conocida voz lo sacaba de sus pensamientos.
-       Kain, kain aquí estoy – decía la voz de una niña- kain ven pronto mira lo que encontré.
El niño se apresuraba y encontraba una linda niña de bucles hermosos y delicado vestido observando unas plantas de color violeta que se abrían y cerraban continuamente.
-       No es interesante? – decía la niña sonriente
-       Claro que si Alice – contestaba el muy feliz
-       Es una planta come hombres – decía la voz de un hombre detrás de los niños
-       Padre!!!! – gritaba con alegría el niño mientras se acercaba al tritón de blanca y larga barba – que haces aquí?
-       Pero que dices niño – decía la voz de una mujer –nosotros siempre estamos aquí, igual que tus hermanas y tu prometida, Alice.
-       Madre!!! – decía kain entonces
En ese momento aparecieron las hermanas de kain por detrás de un muro.
-       Así es kain – decían al unisonó – porque pareces tan confundido? Así es como siempre ha sido
-       Claro que si, sucede algo malo kain? – decía la niña observando con afecto.
-       Claro que no sucede nada, todo es perfecto – respondía el con dulzura, como si negara algo que en el fondo sabia.
En ese momento el sentía como su aleta era atrapada por algo y el era jalado hacia el jardín, y nadie veía nada, todo se comenzaba a ver oscuro, su padre y su madre reían mientras se desvanecían poco a poco, y la planta violeta crecía y crecía, para atrapar a sus hermanas en un capullo. El niño gritaba y lloraba, pero nadie veía nada, entonces Alice comenzaba a caminar en dirección opuesta mientras decía con tono inflexible:
-       adiós kain, ya no nos volveremos a ver.
-       No te vayas, no te vayas – gritaba él en medio de su desesperación – por favor, eres todo lo que me queda no te vayas
-       Pero de que hablas? – decía ella girando, convertida en la joven que el ahora conocía – yo tengo a yuki a mi lado, no te necesito.
-       Noooooooo espera – decía él mientras era tragado por la oscuridad.
En ese momento despertó del hermoso sueño que se había convertido en pesadilla. Jadeaba aun por el miedo y la desesperacion que había sentido, pero ahora recordaba todo. Tenía puertas humanas, estaba en león, en su habitación. Sentado en su cama contemplaba sus piernas aun algo incrédulo y finalmente decidió levantarse en medio de la oscuridad.
Suspiro finalmente más tranquilo mientras admiraba la luna de pie en el techo. El helado aire de la noche en el desierto lo regreso al final a la realidad.
-       Que me sucede? – se decía a sí mismo – eso fue un sueño? Pero, jamás había soñado, que se supone que esto signifique?
Finalmente regresaba a su habitación, cuando al pasar por la puerta de Alice decidió ver como se encontraba ella. Con la puerta entre abierta observo a la princesa que dormía apaciblemente.
-       Al menos ella tiene dulces sueños – se dijo para sí mientras sonreía – se ve muy linda mientras duerme, espero que pueda descansar lo que necesita.
Entonces el cerro la puerta dejando a la princesa con sus propios sueños.
Estaba una vez más frente a la jaula de plata, con la hermosa mujer atrapada por las bestias, pero por algún motivo estas se veían un poco más lejos de ella que la última vez.
-       No deberías enojarte tanto conmigo mi niña – decía la mujer de largos y negros cabellos.
-       Es por tu culpa que yuki se ha ido – decía ella muy enojada
-       Pero es su decisión, además no puedes negar que te he ayudado
-       Es cierto – respondía ella pensativa - es un problema que no pueda recordarte cuando me encuentro despierta, y agradezco las pistas que me has dado durante mis pruebas pero aun así….
-       Te equivocas - decía ella con calma – aquello lo has recordado por tu cuenta, por que los has creído mejor así, puede que parezca que soy yo quien te guie, pero si no creyeras que mis palabras son ciertas jamás lo harías así.
-       Eso no evita que me moleste que tomaras mi cuerpo de ese modo
-       Tu afecto por ese joven mago son sinceros, no es así?- decía ella con ternura maternal - Pero por favor entiende, eres la sacerdotisa de la luna, si la guerra termina, los espíritus podrán volver a ser libres, la magia circulara, y es por eso que cuentas con nuestra ayuda incondicional.
-       Lo aprecio enserio pero…que se supone que haga en retorno por esa ayuda?
-       Nada que se oponga a tus ideales, mi pequeña, por ahora debes salvar a cliow, tal vez mas adelante comprendas todo, pero ahora no puedo decirte mucho mas, como sabes este hechizo me impide revelarte el futuro, y aun si lo hiciera, lo olvidarías.
-       Descubrir? – contestaba ella a un muy confusa – hay algo que aun no se?
-       Hay un pasado, mi querida niña, ese pasado es una temible telaraña, que nos atrapa a ti, a mí, a tu amado mago y a muchas otras personas a las que amas, tal vez… tal vez si la guerra termine, podrás conocer la verdad, y si es así tal vez tú puedas salvarnos a todos, y librarnos de la pesada carga que pesa sobre nosotros.
-       Pesada carga?
-       Hay muchas cosas que no te puedo decir, pero sé que a su debido tiempo las conocerás.
La jaula se desvanecía, y una vez mas todo era negro, mientras tanto un pájaro azul cantaba en la ventana de Alice, era un nuevo día, un nuevo día para ver a d’ravn, para enfrentar su destino.
eso ha sido todo por hoy espero que lo hayan disfrutado 

domingo, 9 de septiembre de 2012

UN LUGAR PARA REGRESAR - CAPITULO 51

lamento no haber escrito la semana pasada mucho que hacer T.T

El sol de la mañana se filtraba por sus cortinas y sus lágrimas ya secas en su rostro aun mantenían fría su almohada, ella abrazaba con fuerza ese níveo oso de peluche. Alice no reposaba en su alfombra sino en su cama, en la noche alguien la había cargado hasta allí y la había arropado con delicadeza.
El ave de color azul ya había desaparecido de la ventana y la princesa se preparaba para salir. Lavo sus blancos cabellos y se puso un vestido de lino blanco adornado con una cinta del color de sus ojos. Antes de salir dio un vistazo al delicado juguete que pacientemente reposaba en su cama, como si esperara algo. Sin pensarlo dos veces ella se apresuro y dándole un beso en la frente lo volvió a dejar en su  lugar.
-       Me esforzare hoy yuki, no te preocupes – murmuro antes de dejar la habitación.
Cuando llego al comedor todo estaba dispuesto como siempre lo estaba, la mesa, la comida, pero solo había dos platos. Kain ya la esperaba en la mesa mientras leía un periódico.
-       Buenos días- dijo ella con un tono de fingida alegría.
-       Buenos días princesa – dijo kain con una sonrisa – te ves mejor hoy.
-       Estoy mejor, gracias. No puedo decepcionar a yuki, después de todo el tomo esa decisión por mi bien.
Kain pareció suspirar y luego dijo lleno de animación:
-       Deberías comer bien hoy, nos espera un día largo.
-       Un día largo? – contesto ella algo confundida mientras untaba algo de mantequilla a una tostada
-       Así es, ese sirviente tuyo te ha tenido encerrada todo este tiempo en esta mansión no? solo has ido a los cuarteles generales y nada más. Hoy me voy a asegurar de que conozcas tu reino.
-       Pero no es peligroso?  Después de todo hakushaku puede estar enterado ya de mi llegada, incluso si no, yo se que él puso todas esas normas que restringen a las mujeres para que si algún día volvía no me pudiera mover con libertad.
-       Has olvidado con quien hablas? – dijo kain con una sonrisa llena de orgullo – soy el rey del desierto, desde que deje mi reino he estado haciendo labores de espía para la resistencia, para mi será pan comido.
-       Espía?
-       Así es, aunque por hoy lo mejor será que solo recorramos león, ni siquiera lo conoces cierto? Después de todo es la única de las ciudades sagradas que ha logrado permanecer igual que en los tiempos de esplendor, si sabes cómo era todo antes, luego desearas aun mas recuperarlo.
-       No entiendo del todo lo que quieres, pero confiare en ti – y luego dijo con una sonrisa infantil - cuál es nuestro primer destino capitán?
Ver de repente el radiante rostro de Alice encendió las mejillas del joven rey quien giro su rostro en cuanto se dio cuenta del efecto que le producía.
Luego, más sereno, se levanto de su silla y tomando la mano de la princesa dijo, “vamos hay mucho que conocer.” Ella sonrió una vez más, por un momento olvidaba cuanto extrañaba a yuki.
-       Primero – dijo él cuando se encontraban bajo el radiante sol- vamos al mercado, amaras cuan lleno de vida esta.
Los ojos de Alice se deslumbraron, vio una multitud de tiendas de diversos tipos, había algunas alojadas en enormes edificios de cristal, que contrastaban con los caminos adoquinados de la ciudad, y también estaban los toldos de colores que inundaban una calle dando la impresión de un arcoíris impresionante, en cada una había algo nuevo algo diferente, había joyas brillantes, telas finas, fruta fresca y fragancias de flores en frascos que brillaban como el sol. En todo aquel recorrido Kain no desviaba su mirada de la princesa, mientras ella recorría como una niña llena de emoción los toldos y los edificios de cristal con puentes colgantes que los conectaban entre sí, el solo la observaba a ella con una sonrisa en su rostro.
-       No hay algo que quieras? – pregunto kain cuando estaban en la cima del edificio más alto – lo que desees puedo comprarlo para ti.
-       No gracias – contesto ella llena de ternura – todos estos objetos son muy lindos, pero no hay algo que me indique que debe ser mío ahora.
Entre las maravillas de ese mercado paso la mañana y cuando el sol se encontraba en su cenit kain dijo:
-       Vamos, aun debes conocer muchas otras cosas.
Pasaron por grandes plazas, algunas tenían obeliscos en su centro y otras gigantescas fuentes, Alice comprendió cómo funcionaba la ciudad entonces, había una plaza principal, cuatro secundarias y ocho que daban con los límites de la ciudad, una hermosa e imponente muralla, en cada plaza había en general algo distinto, y cada una estaba rodeada por casas o mansiones, y cada una se conectaba con las cuatro más cercanas mediante callejuelas estrechas. La gente parecía feliz y tranquila en todos los rincones de la ciudad, y Alice pensó entonces en cuan feliz seria si todo cliow pudiera ser de ese modo.
Finalmente llegaron a la plaza central y se encontraron en frente de un imponente edificio de altos torreones y finos adornos, las estatuas adornaban su entrada, y grandes puertas permitían que las personas pasaran al interior, a medida que Alice se acercaba vio como cada pequeño detalle de la construcción estaba formado por alas de piedra, de diversos tipos y tamaños, y que cada estatua representaba a un humano alado.
-       Kain, que es este lugar? – murmuro ella mientras entraban al edificio que despedía un hermoso olor a incienso  
-       solía ser un templo a los dioses de cliow – contesto el – hace mucho que nadie cree en ellos, pero todos vienen aun a este templo a pensar, y a dejar sus deseos, esperando que, de algún modo, se hagan realidad.
-       Es un lugar hermoso – contesto Alice con si mirada fascinada ante todos los detalles del santuario.
Ninguno de los dos lo noto, pero mientras Alice permitía que su corazón se llenara con el delicado olor del incienso y que sus ojos se extasiaran con la arquitectura, el anillo comenzaba a brillar, poco y de forma tenue.
Una vez abandonaron el enorme edificio el sol declinaba, y mientras caminaban hacia la mansión,  kain se preguntaba si podría hacer realidad el deseo que había depositado junto a tantos otros en el santuario.
Después de todo, el siguiente seria otro día, en el que Alice debería empezar un nuevo camino por si misma.