estoy de vuelta esta semana espero que disfruten este capitulo n-n
El rostro de Alice mostraba su desesperación.
Como si una porcelana se rompiera, fue el repentino cambio de expresión de Alice
cuando al llegar a fénix d’ravn los esperaba en el patio principal del
castillo.
Las lozas eran de color blanco y negro, de
gran tamaño, exactas para que una persona estuviera de pie sobre una sola. El general
estaba sentado en uno de los balcones centrales, y bajo los balcones sur y
norte estaban soldados alineados y armados a la perfección, a esperas de órdenes,
bajo cada balcón había exactamente dos líneas. Alice no necesitaba explicación de
la siguiente prueba, el juego de ajedrez continuaría, pero ahora no se jugarían
solo la cantidad de fichas.
La calma y la alegría que había experimentado
el día anterior ahora parecían solo un espejismo, cuando las palabras de kain
le recordaron lo que ella misma deseaba que no fuera verdad, no había ganado la
guerra, solo una pequeña batalla.
Caminaba con firmeza mientras era guiada al
balcón norte, intentaba desesperadamente que su rostro no reflejara sus
emociones, pero de vez en cuando lanzaba miradas de reojo a los soldados que,
inexpresivos como estatuas, esperaban las órdenes.
Cuando subió al balcón solo había una
hermosa silla esperándola, en frente al borde del balcón, y una carta sellada
que decía lo que ella ya sabía. “el juego continuara, pero con soldados reales,
cada soldado equivale a una ficha, la categoría de cada uno está dada por su posición,
igual que en el juego, pero cada ficha perdida equivale a un soldado herido”.
Alice comenzó el juego tremendamente asustada,
jamás había tenido en sus manos la seguridad de alguien más, al menos de forma
directa. Respiro profundamente y llenándose de valor comenzó a planear su
primer movimiento.
Varios minutos pasaron en medio del
silencio, el día era despejado y solo se sentía de vez en cuando el rumor de un
ave que surcaba el cielo sobre el castillo de vez en cuando. Finalmente Alice
tomo su decisión.
-
Peón 2 avanza, dos casillas –
grito
D’ravn esbozo una sonrisa del otro lado del
tablero, el juego continuo y ambos seguían moviendo sus piezas, Alice se iba
sintiendo más segura, hasta el punto de que se empezaba a distraer un poco del
juego, pero eso termino pocos movimientos después, cuando el general tomo la
primera ficha.
Alice no noto sino hasta muy tarde que
acababa de mandar a un peón a una trampa segura, fue su primera ficha tomada
ese día, pero tras ver como el alfil golpeaba al peón, y tras escuchar el grito
de dolor lanzado por el soldado, ella ya no deseaba seguir jugando.
Como si d’ravn hubiera predicho que la reacción
de la princesa seria esa hiso una señal al sirviente que tenia junto a él,
quien de inmediato llevo una carta a la asustada princesa. Entre tanto en el balcón
norte Alice temblaba, el grito no era el de alguien que moría, pero si el de
alguien que sufría. A pesar de todo, ella jamás había visto a alguien ser
lastimado de ese modo, tenía una vaga idea de cómo sería pero nada la hubiera
preparado para lo que sucedió.
Mientras ella buscaba de forma distraída la
ficha que d’ravn había decidido mover había escuchado el testimonio de su
incompetencia, y lo siguiente que había visto esa al soldado cayendo herido en
el suelo.
Mientras ella se perdía en su meditaciones Yuki
deseaba consolar a la princesa, decirle algo por pequeño que fuera, para hacer
que se sintiera segura de jugar otra vez, pero justo cuando se disponía a decir
algo el mayordomo de d’ravn llego con una carta de este.
“el soldado no murió” – decía la carta – “esta
herido, todos tienen armas no letales en sus manos, se trata de armas mágicas que
los hacen experimentar gran dolor pero que no los mataran”
Alice respiro profundamente e intento
jugar una vez más, pero se dio cuenta de
que ya no podría jugar como lo había hecho antes, ahora era consciente de que
cada pieza perdida representaría dolor para un posible aliado.
Intento seguir jugando, pero el miedo se
alzaba sobre ella cuando se disponía a mover cualquier pieza, además d’ravn parecía
mas difícil de vencer, leer sus movimientos se hacía más difícil ahora.
-
Es acaso posible que alguien
mejore tanto en tan poco tiempo? – pensaba ella
Perdió sin remedio el primer juego, mirando
en perspectiva, podría haber ganado pero en más de una caso el miedo a lastimas
a alguien se le presento tan fuerte que eligió hacer otro movimiento, más aun, temía
lastimar a los soldados de d’ravn, pues ellos también sufrían al caer.
En el balcón sur d’ravn dio instrucciones a
su mayordomo.
-
Ejecuta el plan B – dijo –
comienzo a impacientarme, parece que comprende un poco ahora pero aun no he
visto todo su potencial.
El mayordomo asintió, bajo al patio y dio
instrucciones a los soldados, acto seguido estos se organizaron, pero entre los
soldados de Alice había un espacio vacío, el del rey.
Mientras ella se cuestionaba por esto, tras
de la puerta apareció el hombre al servicio de d’ravn una vez más.
Era un hombre alto y delgado, su apariencia
denotaba que pasaba los cincuenta años, pero algo en la agilidad de sus
movimientos, denotaba que su alma no envejecía. Estaba lentes y tenía un
impecable traje de mayordomo, con guantes color negro que daban un toque final
de elegancia.
-
Me temo que debo pedirle a Alice
sama que nos permita a su sirviente, por ahora no podemos destinar más soldados
al entrenamiento, y solo necesitamos una persona más.
Alice sorprendida asintió tímidamente con
la cabeza y lanzo una mirada triste a yuki mientras este se retiraba. Yuki fue
puesto en la posición del rey, ahora comenzaría la segunda partida.
-
Ese d’ravn es demasiado cruel –
pensaba la princesa con desesperación – lo que él desea es hacerme perder y
verme rendida.
Mientras el enojo se empezaba a apoderar
una vez más de su corazón sintió una voz que retumbaba en su cabeza
-
Toda acción tiene un motivo,
descubrir ese motivo es tu trabajo
-
Que fue eso – pensó ella
confundida – debe ser el cansancio
Pero la frase siguió girando en su cabeza
por unos minutos mientras ella analizaba la situación.
-
Y si d’ravn no fuera malo? – comenzó a pensar – y si de hecho solo se
preocupara por su ejército y por eso no quisiera entregármelo tan fácilmente? ,
Y si solo quisiera enseñarme algo sobre lo que es combatir en realidad?
El odio y el enojo se disipaban con
lentitud, mientras el juego avanzaba. Alice no estaba confiada esta vez, sus
movimientos ya no eran rápidos, y confirmo que en efecto ahora d’ravn jugaba
mejor, pero eso ya no le importaba. Se dio cuenta de que ahora lo fundamental
era que yuki no saliera herido por su causa.
Jugó con calma, aunque los gritos de los soldados
aun la ponían nerviosa y no se distrajo ni un solo momento, podía una vez más
leer los movimientos de d’ravn, pero el miedo a herir a alguien la dejo
paralizada. Al final yuki cayó a manos de los soldados de d’ravn pero de su
boca no se escucho ni un solo lamento, como si con esto buscara alivianar la
carga de su princesa.
Al final los soldados que no habían sido
heridos llego al doble de los de la partida anterior, pero Alice no se preocupo
por esto, mientras llevaban a yuki ella trataba de contener sus lagrimas.
Pero mientras se trataba de preparar para
la siguiente partida, el mayordomo apareció una vez más en la puerta con una
carta.
“ esto es todo en cuanto a esta prueba,
creo que ha pasado mi criterio, por ahora. Prepárese para la siguiente, espero
verla pasado mañana, por ahora puede retirarse a verificar como se encuentra su
mayordomo, pueden dejar de fingir por hoy”
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