
Alice salió de sala caminado con
seguridad, y estaba tan feliz que casi sentía que flotaba, pero claro mantenía
la calma, aunque esa calma no baso sino hasta el momento en el que la puerta de
la mansión de león se cerró.
-
Siiiiiiiiiiii – giro la princesa mientras
saltaba dando pequeños brincos en patio de la mansión – kain puedes creerlo? Lo
logre, después de tanto esfuerzo al fin tengo algo de reconocimiento.
-
Claro que puedo creerlo, después de todo se
trata de ti – respondió el sonriendo mientras se acercaba a ella
-
Es como un sueño, aun me falta mucho por hacer
pero lo he logrado – dijo mientras tomaba las manos kain entre las suyas y
empezaba a dar vueltas – seguiré siendo la pupila del general por algún tiempo,
pero eso está bien para mí, es un hombre huraño y malhumorado, pero muy
confiable.
-
Me estoy mareando, princesa por favor deja de
dar vueltas – contesto mientras reía el
-
Si, si kain, es cierto pero no puedo evitarlo
estoy tan feliz – ahora ella giraba sola, como si bailara una música que solo
ella podía oír –pero bueno – dijo justo al momento de frenar en seco – es
cierto que es solo un pequeño gran paso, aun me queda mucho por recorrer.
-
Así es, Alice
Esa voz, no era kain ni mucho
menos yuki quien hablaba, era nada menos que charles, quien subía las escaleras
desde la puerta que comunicaba con las demás ciudades.
-
Conde muta – respondió la princesa con
resentimiento mientras ponía su mano en su espada y kain lo miraba de reojo
mientras crispaba los puños.
-
Por favor cálmense – dijo el algo nervioso
alzando las manos – he venido aquí en son de paz.
-
Deja de actuar niño – dijo kain con una voz
infectada de ira – yo no soy tan condescendiente como ese sirviente, mientras
yo ese aquí Alice no tendrá que defenderse sola.
-
Por favor les digo que vengo en son de paz, por
favor permítanme unas palabras.
-
Está bien, puede hablar conde –dijo Alice
mientras retiraba la mano de la espada
-
Gracias princesa – contesto con una sonrisa de
alivio – sé que mi actitud previa ha sido realmente deshonrosa, y no había
tenido oportunidad de pedir perdón, y debo confesar que yo no tenía fe en que
lograra convencer a d’ravn, pero lo cierto es que he quedado impresionado, él
es el más estricto general, y el menos impresionable de todos, tiene
experiencia y ha visto muchas cosas, yo mismo que he sido parte de la
resistencia durante tantos años jamás lo había visto reconocer el talento de
alguien de esa manera. Así que al ganarte el respeto del general, te has ganado
también el mío, por eso ruego tu perdón, fui un idiota, atrapado en mis propias
ilusiones, yo llevo mucho tiempo esperándote, y lo que encontré, en lo que te
has convertido fue una verdadera
sorpresa, la sorpresa que dejo en los suelos mi orgullo y prepotencia y
me hiso darme cuenta de que no tengo todo seguro, de que debo ganarme las
cosas. Sé que no me recuerdas, pero yo guardaba la esperanza de que cuando nos volviéramos
a ver no fueras tan fría conmigo como lo eras cuando éramos niños, veo que me
equivoque, porque el problema no eras tú, sino yo, ahora he decidido acercarme
con toda humildad princesa, porque quiero que veas en mi si no un amigo, al
menos un aliado, y deseo decirte que no me opondré a la cancelación de nuestro
compromiso, podemos hablar del tema formalmente con los ancianos en la
siguiente junta si así lo deseas, yo solo quiero jurarle lealtad a mi verdadera
soberana, Alice princesa heredera del
país de cliow. – en ese momento charles puso su rodilla derecha en el suelo y
su mano derecha en su corazón mientras bajaba la cabeza, haciendo reverencia
ante una asombrada Alice
Ella esperaba todo, menos esta reacción de
quien consideraba era su peor enemigo entre el consejo, pero en ese momento,
algo extraño sucedió, por primera vez Alice no sintió desagrado por el hombre
ante ella, sintió que por primera vez era sincero y pensó “seria agradable que fuéramos
amigos”, ella sabía en su corazón que él no mentía. Pero en lo que a kain respectaba,
era una historia diferente, para él se trataba de alguien que había hecho
sufrir a su amada Alice, lo cual era a sus ojos un crimen imperdonable, pero
cuando vio la sonrisa que se esbozó en los labios de Alice solo pudo mirar con
ira al joven arrodillado mientras cerraba sus puños para contener su ira. Por su
parte kain no confiaba en él, no hasta que le probara su valía.
-
Acepto tus disculpas conde munta, y aprecio tu apoyo,
después de todo, soy muy inexperta aun – dijo Alice, citando a d’ravn al final
-
Gracias – dijo el muchacho mientras se le
iluminaba el rostro – muchas gracias princesa
-
Después de todo, necesitare tu ayuda para
guiarme, tu llevas 10 años como cabeza de serpiente, tengo mucho que preguntar.
-
Gracias por el honor, su alteza – dijo el
sonriente mientras se ponía de pie – pero yo no llevo tanto tiempo como
representante de serpiente, no soy tan mayor, tome la ciudad hace 2 años, tras
la muerte de mi padre quien era el anterior líder, después de todo solo tengo
17.
-
Oh –dijo Alice sonrojándose – lo siento, en todo
caso, necesitare tu ayuda.
-
Como ordene, ahora si me permite me retirare,
tengo asuntos de vital importancia que atender en serpiente.
-
Por favor ve – dijo ella despidiéndolo con su
mano mientras el conde se dirigía hacia la puerta, peor algo lo detuvo antes de
bajar las escaleras – princesa –hiso una pausa –por favor, cuídese mucho, me he
enterado de el porqué de la ausencia de su caballero y es preocupante que los espíritus
la pongan en peligro - dicho esto salió por las escaleras y desapareció de la
vista de Alice dejando un inquietante sentimiento con estas últimas palabras, recordándole
que yuki se había ido, y que aunque no lo pareciera estaba en peligro
constante.
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